Desde principios de 2021, la Comisión Europea está revisando su nivel de ambición en materia de finanzas sostenibles, un proyecto en el que la minería es fundamental, como defiende Eramet.

El mundo no puede existir «sin» metales. Los metales están presentes en las baterías de nuestros teléfonos inteligentes y de nuestros ordenadores; también se encuentran en los aviones, barcos y trenes, o incluso en los instrumentos médicos que se utilizan todos los días en los hospitales. Los metales son parte de nuestra vida diaria, y lo serán aún más en los próximos años, debido a la transición energética que no deja de avanzar.

¿Por qué? Porque para dejar de usar combustibles fósiles y construir turbinas eólicas, paneles solares, vehículos eléctricos, necesitamos níquel, cobalto, litio, los metales de la transición energética.

En 2018, la Comisión Europea lanzó el Plan de Acción sobre Finanzas Sostenibles. Entre las medidas clave de este plan figuran la aplicación de la taxonomía, cuyo objetivo es animar a los inversores a orientarse hacia empresas que contribuyan a los objetivos de desarrollo sostenible de la Unión Europea, en particular en el ámbito del medio ambiente y el clima.

«Se están manteniendo conversaciones para determinar los sectores de actividad que se verán afectados por esta normativa y que, por tanto, serán prioritarios para los futuros inversores», explica Amélie Serey, Responsable de Relaciones Institucionales Francia y Europa de Eramet. «Hasta la fecha, las actividades mineras extractivas no se consideran una prioridad para completar nuestra transición energética y, por lo tanto, aún no se han incluido en estas conversaciones, a diferencia del sector aeronáutico o del automóvil. Sin embargo, somos eslabones de la misma cadena: minería en la fase inicial, aeronáutica y automóviles en la fase final. Porque hay una realidad que no podemos ignorar: los metales están muy presentes —y son imprescindibles— en todas las soluciones destinadas a descarbonizar nuestra economía.»

Por lo tanto, eliminar la minería de la ecuación debilita a todo el sector. Porque, como señala Virginie de Chassey, Directora de Desarrollo Sostenible y Compromiso Empresarial de Eramet: «Con la transición energética, la demanda mundial de níquel se duplicará de aquí a 2030, ¡se multiplicará por tres en el caso del cobalto y por ocho por lo que respecta al litio!».

Ya posicionado en estos metales, Eramet desempeña, por tanto, un papel importante: «No hay ningún recurso considerable en suelo europeo», recuerda Amélie Serey. «La mejor manera de que Europa garantice de forma sostenible su suministro de materias primas críticas es, por tanto, apoyar proyectos fuera de su territorio, pero realizados por actores mineros europeos y desarrollados en el marco de las normas europeas de RSE».

Eramet ya se ha comprometido concretamente con el desarrollo sostenible, el desarrollo de nuevos proyectos de minería o refinado conformes con los más altos estándares sociales y ambientales, proyectos de reciclaje como ReLieVe o numerosos proyectos de descarbonización en nuestros emplazamientos, un enfoque reconocido por la SBTi.